Este proyecto nace de la necesidad de crear un hogar a medida para un cliente recién divorciado, ansioso por construir un espacio que refleje su identidad y permita a él y a sus hijos vivir con comodidad y libertad. Con una vivienda con sótano, planta baja y buhardilla como lienzo, nos enfrentamos al desafío de transformarla en un refugio moderno y luminoso que hable de quién es él.

Areca estuvo presente en todo el proceso de diseño y dirección de obra. No solamente planteamos una distribución óptima del espacios, adaptada a los habitantes de la casa, además se hizo una selección minuciosa de materiales, acabado y diseño de mobiliario a medida acordes con el tipo de vida de nuestro cliente y una selección de mobiliario acorde con el estilo de la vivienda.